La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) decidió ayer marginarse, junto a sus asociadas, de las futuras licitaciones para construcción de obras públicas, ante la negativa del Gobierno de ajustar los precios de los proyectos en ejecución.
El sector en pleno, reunido en Cochabamba, emitió una declaración denominada “Gobierno del MAS pone en riesgo un millón de empleos”.
Además de no presentarse a las nuevas convocatorias, la Caboco determinó la paralización de las obras en construcción, que ejecutan sus afiliados en contratos con el Estado (Prefecturas, municipios).
Caboco considera que con la negativa del Poder Ejecutivo se pondrán en riesgo la continuidad de 3.841 obras públicas en todo el país. Entre los proyectos que podrían paralizarse se encuentran los puentes trillizos en La Paz, Misicuni en Cochabamba y el estancamiento de la inversión pública. Además de la suspensión de trabajos en escuelas, centros médicos y otras obras en las regiones más necesitadas del país, que afectarán incluso la imagen del programa “Evo Cumple”.
El sector se declaró en conflicto por el encarecimiento de los materiales de construcción, que provocó que los presupuestos de obras en ejecución salgan de las proporciones originales, con las que las empresas ganaron las licitaciones.
Los constructores rechazan el Decreto 29603, que sólo reajusta los precios del cemento asfáltico, el acero y de otros dos materiales de construcción alternativos de una lista específica que incluye cable para puentes, calaminas, malla de alambre tejido, tubería PVC y conductores eléctricos de aluminio o de cobre.
Para Caboco la lista es insuficiente porque todos los insumos de la construcción se encarecieron y no toma en cuenta por ejemplo la mano de obra.
El secretario ejecutivo de la Caboco, Jorge Quiroga, señaló que los precios actuales de los insumos para la construcción hacen inviable que las empresas puedan cumplir sus contratos con el Estado. Se estima que varios insumos se encarecieron hasta en un 100 por ciento.
El Gobierno afirmó que no modificará el decreto por la carga que significará al Tesoro General de la Nación si se cede a las exigencias de los constructores. No obstante, para nuevos contratos, los presupuestos se realizarán tomando los precios de mercado vigentes en la actualidad.
El ministro de Hacienda, Luis Arce, explicó la semana pasada que si se ajustaban todos los ítems que solicitaba el sector, incluida la mano de obra, el costo que el Estado tendría que asumir alcanzaría los 112 millones de dólares.
En su declaración, los empresarios de la construcción hacen énfasis en que el decreto aprobado por el Poder Ejecutivo no permitirá la reactivación de las obras públicas y afectará a un millón de empleos.
Arce enemigo
Además, denuncian y rechazan la “irresponsable gestión del Ministro de Hacienda que ha definido una agenda política y demagógica antes que técnica y económica, poniendo en peligro la ejecución de obras”.
Por esa razón determinaron declarar a esa autoridad como el enemigo del desarrollo del país, en congruencia con la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
Esto debido a que sólo ha demostrado, según ellos, total incapacidad para resolver los problemas económicos del país.
Según el presidente de Caboco, Iván Bustillos, el titular de Hacienda está empujando a los constructores a paralizar obras y no presentarse a futuras licitaciones, si no se acepta la reposición del “equilibrio económico-financiero de los contratos”. Agregó que casi el 50 por ciento de las obras licitadas por el Sicoes fueron declaradas desiertas, lo que muestra la gravedad del problema que debe encarar Hacienda.
Los precios
El precio del ladrillo subió de 0,70 a 1,40 bolivianos la unidad, es decir un 100 por ciento.
El metro cúbico de grava ajustó en 52 por ciento, de 62,50 a 95 bolivianos.
La calamina ondulada aumentó de 39,70 a 69,70 bolivianos el metro cuadrado, es decir un 75,6 por ciento.
La tonelada de fierro subió de 912 a 1.440 dólares, un 57,9 por ciento más.
El cemento asfáltico aumentó de 997 a 1.158 la tonelada.
Las empresas constructoras se adjudicaron este año 3.814 obras públicas.
Caboco también asegura que el costo de mano de obra es más alto por el encarecimiento del costo de vida en general.
El sector en pleno, reunido en Cochabamba, emitió una declaración denominada “Gobierno del MAS pone en riesgo un millón de empleos”.
Además de no presentarse a las nuevas convocatorias, la Caboco determinó la paralización de las obras en construcción, que ejecutan sus afiliados en contratos con el Estado (Prefecturas, municipios).
Caboco considera que con la negativa del Poder Ejecutivo se pondrán en riesgo la continuidad de 3.841 obras públicas en todo el país. Entre los proyectos que podrían paralizarse se encuentran los puentes trillizos en La Paz, Misicuni en Cochabamba y el estancamiento de la inversión pública. Además de la suspensión de trabajos en escuelas, centros médicos y otras obras en las regiones más necesitadas del país, que afectarán incluso la imagen del programa “Evo Cumple”.
El sector se declaró en conflicto por el encarecimiento de los materiales de construcción, que provocó que los presupuestos de obras en ejecución salgan de las proporciones originales, con las que las empresas ganaron las licitaciones.
Los constructores rechazan el Decreto 29603, que sólo reajusta los precios del cemento asfáltico, el acero y de otros dos materiales de construcción alternativos de una lista específica que incluye cable para puentes, calaminas, malla de alambre tejido, tubería PVC y conductores eléctricos de aluminio o de cobre.
Para Caboco la lista es insuficiente porque todos los insumos de la construcción se encarecieron y no toma en cuenta por ejemplo la mano de obra.
El secretario ejecutivo de la Caboco, Jorge Quiroga, señaló que los precios actuales de los insumos para la construcción hacen inviable que las empresas puedan cumplir sus contratos con el Estado. Se estima que varios insumos se encarecieron hasta en un 100 por ciento.
El Gobierno afirmó que no modificará el decreto por la carga que significará al Tesoro General de la Nación si se cede a las exigencias de los constructores. No obstante, para nuevos contratos, los presupuestos se realizarán tomando los precios de mercado vigentes en la actualidad.
El ministro de Hacienda, Luis Arce, explicó la semana pasada que si se ajustaban todos los ítems que solicitaba el sector, incluida la mano de obra, el costo que el Estado tendría que asumir alcanzaría los 112 millones de dólares.
En su declaración, los empresarios de la construcción hacen énfasis en que el decreto aprobado por el Poder Ejecutivo no permitirá la reactivación de las obras públicas y afectará a un millón de empleos.
Arce enemigo
Además, denuncian y rechazan la “irresponsable gestión del Ministro de Hacienda que ha definido una agenda política y demagógica antes que técnica y económica, poniendo en peligro la ejecución de obras”.
Por esa razón determinaron declarar a esa autoridad como el enemigo del desarrollo del país, en congruencia con la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
Esto debido a que sólo ha demostrado, según ellos, total incapacidad para resolver los problemas económicos del país.
Según el presidente de Caboco, Iván Bustillos, el titular de Hacienda está empujando a los constructores a paralizar obras y no presentarse a futuras licitaciones, si no se acepta la reposición del “equilibrio económico-financiero de los contratos”. Agregó que casi el 50 por ciento de las obras licitadas por el Sicoes fueron declaradas desiertas, lo que muestra la gravedad del problema que debe encarar Hacienda.
Los precios
El precio del ladrillo subió de 0,70 a 1,40 bolivianos la unidad, es decir un 100 por ciento.
El metro cúbico de grava ajustó en 52 por ciento, de 62,50 a 95 bolivianos.
La calamina ondulada aumentó de 39,70 a 69,70 bolivianos el metro cuadrado, es decir un 75,6 por ciento.
La tonelada de fierro subió de 912 a 1.440 dólares, un 57,9 por ciento más.
El cemento asfáltico aumentó de 997 a 1.158 la tonelada.
Las empresas constructoras se adjudicaron este año 3.814 obras públicas.
Caboco también asegura que el costo de mano de obra es más alto por el encarecimiento del costo de vida en general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario