Cuando la quebrada a salvar es muy franca, el problema estará resuelto, en cambio tratándose de zonas llanas donde generalmente los ríos son del tipo maduro estos presentan los denominados meandros (forma sinuosa) que hacen un problema no simple de resolver el determinar la longitud del puente. En todo caso, es la caja ripiosa la que da una primera idea del largo que deberá tener el puente, porque en las grandes crecidas esta puede ser ocupada en su totalidad. A menudo este ancho es excesivo y puede por tanto construirse un puente mas corto que el ancho del lecho ripioso avanzando con terraplenes bien protegidos y con un buen sistema de drenaje con alcantarillas, si es posible complementando con defensivos que garanticen que el río pasará siempre por debajo del puente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario