Una estructura reticulada es idealizada como una asociación de elementos o “miembros”, que son las barras, representadas por sus ejes. Los nudos de estructuras son considerados como puntos, despreciando las perturbaciones locales existentes en las dos extremidades de cada barra y las cercanías de las cargas concentradas. Es así considerada válida en toda la estructura, la hipótesis de secciones planas (Navier-Bernoulli). Gracias a esta hipótesis los esfuerzos internos considerados son los esfuerzos “seccionales” (esfuerzos normales, momentos flectores, esfuerzos cortantes, momentos de torsión). Conocidos estos parámetros, pueden ser fácilmente calculadas las tensiones, en cualquier punto de la sección transversal.
Los desplazamientos considerados son los desplazamientos lineales de los puntos del eje de la barra y las rotaciones de las secciones transversales. Desplazamientos lineales y rotaciones que son “Desplazamientos angulares”, son llamados desplazamientos generalizados.
Las acciones directas que actúan sobre la estructura y también los esfuerzos internos solicitantes, son acciones fuerzas “generalizados” ya que pueden ser fuerzas o “momentos”. Normalmente el punto en que concurren los ejes de dos o más barras es llamado nudo. Esta noción de nudo es entonces generalizado, designándose también como nudo la extremidad libre de una pieza en “voladizo” y también la extremidad de una barra vinculada a un apoyo. A parte de esto se pueden crear, cuando fuera conveniente, nudos llamados “ficticios”, dividiendo una misma barra en dos o más elementos.
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