domingo, 31 de julio de 2011

Los nuevos edificios inteligentes permiten ahorrar energía y agua

La construcción de edificios inteligentes asegura mayores niveles de ahorro de energía y agua en comparación con las estructuras tradicionales que suelen operar con bajos niveles de tecnología en aspectos como iluminación, control de acondicionadores de aire y seguridad para los ocupantes.
De acuerdo con Marcelo Valenzuela, presidente del Comité Impulsor del Green Building Council Bolivia, un edificio inteligente (centros comerciales, complejos de oficinas, hoteles o torres de apartamentos, entre otros) se caracteriza porque cuenta con una infraestructura, tanto en su diseño como en su operación, que se maneja a través de hardware y software que permite cierto grado de automatización, manejo de información, programación de funciones y tareas que son propias de la operación y necesidades de una estructura de este tipo.
“El mayor beneficio ambiental de estos edificios inteligentes consiste en un mejor manejo de la administración y control de las energías consumidas para una operación energéticamente eficiente”.
Valenzuela hizo las declaraciones en el marco del Seminario Internacional de Sostenibilidad realizado en Santa Cruz, en el que participaron arquitectos internacionales que explicaron las técnicas que se utilizan en otros países.
Explicó que se trata de una tendencia mundial y que los ‘edificios verdes’ son certificados bajo la norma LEED (un conjunto de normas sobre la utilización de energías alternativas en edificios de mediana y alta complejidad).
A su vez, Sergio Suárez, gerente general de Telis Edificios Inteligentes, afirmó que para desarrollar los proyectos es necesario realizar un análisis de prediseño para verificar que el edificio cumpla con los parámetros de construcción verde. Estos parámetros o categoría son ahorro en agua, ahorro energético, impacto en el ambiente y las innovaciones en el diseño del edificio que evite un efecto negativo en el medioambiente. “El aire acondicionado tiene un lado que le da el sol en la mañana y otro lado en la tarde, por lo que se debe hacer cálculos para que la temperatura sea uniforme”.
Agregó que ya diseñaron edificios con el concepto de inmótica para construcciones comerciales en Equipetrol Norte.

Las características

- Una construcción inteligente es aquella que puede hacer mucho con la mínima cantidad de recursos.

- El concepto de eficiencia comienza a verse por la simplicidad y es que lo más simple, casi siempre es lo que mejor funciona y lo que menos falla.

- Es importnte el control centralizado de iluminación - que es lo que más consume energía-, supervisión y control de equipos electromecánicos (ascensores, acondicionadores de aire, plantas eléctricas y otros).

domingo, 24 de julio de 2011

Advierten elevación artificial en costo de los inmuebles

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice del Costo de la Construcción registró una variación positiva a 12 meses del 8,61%; el principal incremento de valor se dio en el levantamiento de edificios residenciales urbanos (10,35%).

“En estos momentos existe una distorsión muy significativa en el costo de adquisición de los terrenos, lo que —junto a los incrementos salariales que se dan a los trabajadores del sector desde el 2006— ocasiona que el costo de los inmuebles sea elevado”, señaló el vicepresidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Christian Eduardo.

El titular de la institución, Jaime Ponce, agregó que el alza en el precio de los inmuebles se explica también por la carencia de mano de obra calificada (“que migra al sector minero o al exterior”) y al aumento en el importe de los insumos del sector.

Estas condiciones “dificultan el trabajo” de las empresas privadas y generan un incremento en los presupuestos de construcción de las obras. “En el sector privado o suben los precios (de los inmuebles) o se castigan las utilidades (de las empresas)”, dijo.

Además recordaron, por separado, los factores que determinan el precio de construcción del metro cuadrado (m2) de un proyecto inmobiliario son la zona de ubicación de la obra, el tipo de acabado y el mercado al que está dirigido, entre otros.

El 2004, el m2 de una vivienda de buena calidad en el mercado inmobiliario privado costaba en promedio $us 220, mientras que hoy en día éste se encuentra en $us 450. Por otra parte, el precio promedio del m2 de una vivienda “de alta tecnología y confort” se encuentra aproximadamente en los $us 1.000, indicaron.

“Es muy probable que los valores, hoy por hoy totalmente irracionales, de los terrenos estén causando una desaceleración en el mercado inmobiliario que no nos permite, como sector, crecer al ritmo de años anteriores”, manifestó. En el período 2006-2010, precisó, el crecimiento anual del sector estuvo entre el 10 y el 15%.

DEMANDA. De enero a marzo de este año, la construcción fue el tercer sector que más creció en la economía de Bolivia con un 8,18%. Sin embargo, la cifra no supera la alcanzada en similar período del 2010 (9,18%), señalan los datos del INE.

A decir del presidente de la Caboco, “aunque la demanda de inmuebles se mantiene fuerte”, es preciso tener “cautela con el exceso de oferta y que ésta se efectúe en base a estudios económicos y de mercado”.

De acuerdo a datos de la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa), la construcción fue el segundo sector económico donde más empresas incursionaron en los primeros cinco meses del año. La cantidad de empresas dedicadas al rubro se incrementó en 16,5% en relación a similar período de la gestión (de 7.134 a 8.310), señala el informe.

Eduardo remarcó que, si bien hay una caída en el crecimiento del sector, “no habrá una crisis” en el mercado. “En un determinado tiempo, el mercado volverá a regular los precios. La gran cantidad de departamentos con altos precios ofertados ya no se podrán comercializar tan rápido y eso va a ocasionar que los precios inmobiliarios vuelvan a caer”.

Esto orientará a las empresas hacia mercados “más extensos y con menores precios”.

Demanda de cemento subirá en 17% el 2011

Ante las proyecciones de que el 2011 la demanda de cemento en el mercado interno se incrementará en 17%, los constructores expresaron su confianza en que tanto empresas privadas como Gobierno cumplan con el abastecimiento del insumo en el país. Durante el primer semestre, la producción cementera sólo aumentó en 9,14%.

“Las solicitudes de los permisos de construcción aprobados en las ciudades capitales a marzo nos permiten proyectar que la demanda de cemento en esta gestión se incrementará en 17%”, anunció el presidente de la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco), Jaime Ponce.

Datos del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón señalan que el 2010 la producción de cemento alcanzó los 2,41 millones de toneladas métricas (TM) y la importación del insumo fue de 8.275 TM. Al primer semestre del 2011, la producción de cemento se incrementó en 9,14%.

“Creemos que este año no vamos a sufrir una escasez de cemento como tal y confiamos en que las empresas cementeras han tomado sus previsiones”. Sin embargo, “el abastecimiento del sector puede estar en riesgo en los próximos años si las empresas no tienen la visión y la capacidad de invertir para ampliar su capacidad productiva”, sostuvo el presidente de la Cámara Departamental de la Construcción (Cadeco) de La Paz, Christian Eduardo.

Gobierno y empresas

Wálter Delgadillo
‘Es un sector de altísimo dinamismo’
Como se ha visto en el balance económico del primer semestre, hidrocarburos, construcción y servicios básicos son los sectores que más han crecido. La construcción es un sector de altísimo dinamismo, de gran generación de empleos y significa un gran aporte al PIB. Calculo que su crecimiento anual va a estar aproximadamente por el 10%. Cerca del 70% de la inversión pública en infraestructura es del Estado.

Christian Eduardo
‘El crecimiento está en función a la liquidez’
El crecimiento del sector en los próximos años está en función a la continuidad de los altos precios de los minerales, la liquidez de la economía boliviana y la permanencia de los bajos intereses en las tasas activas y pasivas del sistema financiero (para que los recursos se inviertan en inmuebles). Si estas condiciones se mantienen, la proyección más conservadora es que creceremos a un 5 ó 6%.

miércoles, 20 de julio de 2011

Dragueros . La cara árida del auge de la construcción

Siempre hablan mal de nosotros, dice Juan Aguilar. Los acusan de excavar en las orillas del río y de amenazar la seguridad de los pobladores de Santa Cruz de la Sierra. “La gente cree que nosotros, los dragueros, llevamos una vida fácil. Que solo sacamos arena del río y la vendemos”.

No está equivocado el criterio de este jefe de una de las 150 familias que viven de la arena y de las escasas piedras que llegan con los turbiones del Piraí. Estos obreros están distribuidos a lo largo de la cuenca desde El Torno, pasando por La Guardia, Santa Cruz de la Sierra, Warnes hasta Montero. Forman el primer eslabón en la cadena de trabajo que está dando un rostro de cemento a estos centros.

SEIS HOMBRES POR MÁQUINA
Son las 9:00 y en el lecho del río, entre uno y tres kilómetros del barrio, diez dragas están haciendo su trabajo. Una draga es un motor enchufado a una hélice que aspira agua y arena. Esa mezcla sube por un tubo hasta una zaranda, que está colocada a cuatro metros de altura. Un armazón de troncos la sostiene. Ahí se separan la arena, la arenilla y el ripio que se acumulan al caer.

Fabio Mendoza está reparando el tubo por el que circularán el agua y la arena. Tiene 53 años, pero luce un abdomen plano y sus movimientos son ágiles. Los cinco hombres restantes que integran el equipo están atentos a lo que hace. Las órdenes son simples y breves: “Suspendé el tubo”; “Traé un embudo”. Con el embudo, vacía el diésel de un galón a otro. Han aprendido que ese combustible, en Bolivia, tiene muchas impurezas.

Concluido el trabajo con los tubos, tiene que concentrarse en el motor. “Casi siempre son de micro Coaster”, comenta, aludiendo al vehículo más usado en el transporte público. Es frecuente que algunos motores descartados por los transportistas vayan a parar, después de ser reacondicionados, al río. El motor cuesta menos de $us 2.000, pero con las adaptaciones, la bomba de agua, la zaranda y las mangueras, alcanza los 7.000. Con este equipo el draguero debe hacer algo que causa molestias a los bañistas, excavar en el lecho hasta encontrar agua. No hay que cavar demasiado, porque el manto freático (el agua) está a poca profundidad. Si el pozo se llena demasiado, una motobomba se encarga de mantener el nivel hasta media pierna de los obreros.

LOS HUESOS QUE PROTESTAN
Parece que Roberto Aguilar sonríe constantemente para compensar sus dolores. Tiene 23 años pero sus huesos quieren convencerlo de que tiene 70. “Empecé a venir al río cuando tenía 12”, cuenta. A ver, saque la cuenta, dice, son ya 13 años descalzo, en medio del agua y aguantando surazos. Bastan unos minutos para darse cuenta de que utilizar equipos para protegerse de la humedad es casi imposible.

Cuando llega el frío, algunos se ponen botas de goma, pero la arena suele introducirse y en algún momento, los granitos empezarán a despellejar la piel por el roce con la goma. Lo único que se puede utilizar son gorras. Pocos utilizan sombreros, que el viento suele arrebatar al menor descuido. Por eso prefieren cubrirse la cara con alguna polera. “Si llueve, tampoco podemos usar impermeable, porque estorba cuando uno palea”, comenta otro de los entrevistados. “También están los sabañones y los hongos”.


A las 13:00, las esposas de los dragueros llegan con el almuerzo y varios niños, que rápidamente se ponen a jugar con piedras y arena. Es lo que hacen en vacaciones. Mientras comen, cuentan: “Lo que más nos molesta son los riñones. Duele la espalda, porque uno tiene que trabajar agachado todo el tiempo”, comenta.



Trabajo. El botapiedrillas es el aprendiz de draguero. Nunca usan guantes. Deben aguantar hasta que se formen callos.














Todo el que llega por primera vez a trabajar en un equipo de dragueros recibe el nombre de ‘botapiedrillas’. Mientras la draga arroja piedras, él tiene que separarlas para que no se mezclen con la arena. Pasan varias horas de pie, inclinados. Tampoco pueden usar guantes para arrojar las piedras, porque el cuero les impide tomar con precisión las más pequeñas. Tienen que trabajar con cuidado hasta que se forme el callo en las manos.
Tampoco es fácil pasar la jornada recibiendo los latigazos de la arena y las piedrecillas. “Por eso le digo a mis hijos que estudien. Que no sean dragueros, como su padre”, comenta Juan. Roberto no piensa, por ahora, en cambiar de ocupación. Tiene que “aguantar nomás” los dolores de hueso con un poco de mentisan y algunas fricciones con alcohol. El trabajo lo distrae del hoyo inmenso que dejó la muerte de su hijo de dos años.

EL BAILE DEL AGUA
No solo hay dragueros en el río. También hay tractoristas. El draguero Víctor Moya indica al operador de una enorme topadora dónde quiere aplanar el terreno. De pronto, la enorme máquina parece hundirse y el motor ruge para salir de su prisión.

Bajo el suelo hay una bolsa de agua. El tractorista desciende, observa el suelo y comienza a bailar. ¿Qué hace? “Ayúdeme”, responde, mientras explica que se debe zapatear encima del bolsón de agua. Los movimientos parecen el zapateo de un mal bailarín. El suelo parece un colchón de agua. “Ya va a reventar”, anuncia el tractorista, y segundos después, se abre un pequeño agujero y del suelo surge el líquido a borbotones; luego, mana por otro hueco, y otro. El agua ha salido y la superficie queda compacta. Todo el trabajo del tractor no pasa de media hora. “Eso cuesta 50 bolivianos”, explica Moya.


El dueño del tractor tiene también una volqueta. Según los dragueros, son los volqueteros quienes más ganan con la venta de la arena y del ripio. En el lecho del río, doce cubos de arena cuestan Bs 100. Esa es la carga que puede llevar una volqueta. Jorge Soliz, conductor de una volqueta, explica que esa carga costará alrededor de Bs 300, o más si la distancia que debe recorrer el vehículo es mayor.

El obrero sonríe satisfecho si logra reunir 12 cubos de ripio en un día. El trabajo es más duro, pero se cobran Bs 1.000 por una volqueta. Después de reunir la carga, es necesario contratar una pala cargadora para revolver las piedras, mientras se les arroja un chorro de agua para que salgan los palos. “Si el ripio llega hasta la obra con muchos palos, lo rechazan. Es más trabajoso, pero se cobra más”, cuenta Eusebio, que trabaja desde hace dos años en el Piraí.


En La Guardia, Carlos Pinto recuerda que antes de 1990 no había dragas. Se cernía la arena y el ripio a mano, sin zarandas mecánicas. Pinto es uno de los primeros que empezaron a trabajar en la zona de La Guardia, municipio que basa gran parte de sus ingresos en las contribuciones de la explotación de áridos. “Ahora somos unos 120. Han llegado muchos del interior, pero los collas se enferman”, cuenta. En los meses buenos, se puede reunir hasta 1.000 bolivianos, pero ahora la demanda de arena y ripio ha bajado porque hay poco cemento. “Pagamos 70 bolivianos por jornal. La comida se paga aparte”, explica.

En los meses de lluvia se gana poco. “No tenemos feriados. Los únicos días de descanso son los de lluvia, pero cuando hay crecida. Venimos a la playa, miramos el turbión y nos volvemos. Son feriados forzosos”, dice riendo.


¿Y cómo saben cuándo llega el turbión? “Es clarito. Por allá se pone negro”, dice señalando el cielo en dirección de Samaipata. También llaman a los amigos de El Torno o Samaipata, porque a veces el sol está fuerte y de repente llega el agua, que arrastra los motores. Son $us 7.000 al agua. “Hay que escapar”, cuentan.

El caos en Warnes impide cuidar bien las orillas
Según el Comité de Vigilancia de Santa Cruz, son pocos los problemas que causa la extracción de áridos en el municipio. En Porongo (donde hay muchas dragas en las orillas), el problema se concentra en la patente municipal anual de Bs 250 por hectárea, que ahora quiere incrementarse a Bs 3.000.

En Warnes no se habla mucho de los cobros, pero sí de los peligros de la extracción. Es un problema que conoce de cerca el secretario general del Comité de Vigilancia, Alí Zabala, con quien EXTRA recorrió la zona del río que corresponde a ese municipio. Cerca del barrio Terracor I se ve todo el segmento de la ribera, y, a unos dos kilómetros, el límite del municipio de Santa Cruz.

Una barranca de tres metros lo protege de las aguas. En cambio, al empezar el límite de Warnes, la barranca desaparece y queda una ribera cubierta de árboles. Bueno, ya no tan cubierta, porque Alí Zabala y Martha Medrano, vicepresidenta del Comité de Vigilancia, muestran cómo varios árboles, única protección contra la arremetida de las aguas, han sido talados por los dragueros. Se debe aclarar que son un grupo muy distinto del que trabaja en Santa Cruz.
Hay varias irregularidades que ni el Comité de Áridos ni el municipio solucionan en este lugar. Los dragueros no tributan y tampoco respetan el área de protección, que es de cien metros a partir de cada orilla. Como una ironía, hay un letrero que advierte del peligro de las pozas, colocado a cuatro metros de altura, semiescondido por el follaje. A diez metros, un par de cruces señala el lugar donde murieron los niños Javier Quintana y Edelmiro Palma, uno ahogado en una de las muchas pozas y otro atropellado por una volqueta. Esos peligros obligaron, hace unos meses, a protestar a los vecinos.


La información tampoco es clara. El Comité de Vigilancia ignora cuánto se cobra por la patente anual o por las concesiones de explotación. Es un municipio conflictivo, y los encargados de los cobros son quisquillosos, lo que despierta sospechas en el Comité. El municipio no ha informado cuántos camiones entran ni cuál es la superficie de las concesiones.
A veces no hay tiempo para recoger el motor, y en ese momento, 7.000 dólares se van, literalmente, al agua. A Víctor Moya le ha sucedido dos veces. Por eso, insiste a sus hijos que estudien. Como dice Fabio Mendoza: “Así podrán al menos trabajar bajo techo”.

La construcción no se detiene y prevé crecer un 10% en 2011

La actividad del andamio pasa por uno de sus mejores momentos. La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) espera un crecimiento cercano al 10% durante la presente gestión, uno de los más altos índices alcanzados desde 2007, cuando la actividad tuvo un repunte del 14%, informó ayer el presidente de esta asociación empresarial, Jaime Ponce.

Este año, uno de los mayores impulsos en la dinamización del sector proviene el sector público. “Tenemos una oferta del Gobierno de invertir alrededor de 2.800 a 3.000 millones de dólares (…) Esto, contra 1.800 millones del año pasado, obviamente es un incremento bastante importante”, sostuvo el entrevistado.

De acuerdo con Ponce, la tasa de retorno por inversión en el sector público está entre el 5 y el 8%, mientras que en el sector privado promedia entre el 15 y el 20%.

Los departamentos más atractivos para la inversión privada son “Santa Cruz, luego La Paz y Cochabamba, en ese orden”, añadió.

Explicó que en la actividad privada tiene gran dinamismo la inversión que se hace en condominios y en propiedades horizontales en ciudades del eje, aunque en todo el país se nota un movimiento importante en este tipo de emprendimientos.

En el caso de la inversión pública, como producto de los recursos que tienen las regiones por la coparticipación tributaria y el impuesto directo a los hidrocarburos (IDH), el repunte se percibe en Tarija, Santa Cruz, Potosí y Oruro.

Hasta mayo de este año, el Ministerio de Economía y Finanzas registró un incremento del 8,2% en este rubro, según dio a conocer la semana pasada el ministro de esa cartera de Estado, Luis Arce.

De acuerdo con el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Daniel Sánchez, “los sectores empresariales que dinamizan la economía nacional son: construcción, servicios petroleros y comercio”.

En el departamento de la sede de gobierno, por ejemplo, “el 17% (de las empresas) se dedica a la construcción; el 15% a servicios empresariales; el 12% al transporte, y (…) sólo el 11% a la industria manufacturera”, reconoció el presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP), Luis Urquizo.

De acuerdo con el analista económico Armando Méndez, “la construcción es boyante porque (…) tiene lo que se llama una defensa natural, nadie puede traer casas a Bolivia, entonces eso se desarrolla. No pagan impuestos, no tienen competencia internacional”.

RETRASO

El repunte del rubro constructor se da pese al retraso que existe en las ofertas de contrataciones estatales, porque los procesos de contratación y licitación fueron bajos hasta el momento —alrededor de 10%— en los niveles subnacionales, como son gobernaciones y municipios, manifestó el presidente de la Caboco.

Sin embargo, el sector empresarial confía en que los contratos se agilicen, ya que el presidente Evo Morales reclamó hace más de diez días, cuando se reunió con gobernadores del partido de Gobierno. Basado en este antecedente, Ponce espera alcanzar buenos niveles de crecimiento del sector constructor este año.

COMPETENCIA

Entre las empresas bolivianas y las transnacionales existe un pago diferenciado en la construcción de carreteras. Por ejemplo, las bolivianas “trabajan alrededor de 500 mil dólares el kilómetro (…), y las transnacionales tienen contratos de un millón de dólares el kilómetro”, adujo Ponce.

Luego, las empresas extranjeras contratan a precios bajos a sus pares nacionales para que hagan el trabajo que se adjudicaron, explicó.

Por estos motivos, las compañías transnacionales casi siempre tienen equipos cero kilómetros que estrenan en cada obra. “Nosotros no tenemos esa posibilidad, nuestro equipo muere en nuestras obras (…) Es hora de que también nos paguen a precios internacionales y exijamos ese tipo de trabajos a los nacionales”, agregó.

Esto amerita una discusión técnica con el Gobierno “para que, en la medida que se nos pague mejor, también se nos exija (y) podamos cumplir de manera óptima los contratos”.

En ese contexto, la Caboco firmó un “convenio con OAS del Brasil, que está haciendo la carretera Potosí-Tarija y Potosí-Uyuni”, para que en condición de subcontrato transfiera tecnología a las firmas nacionales orientada a fortalecer su competitividad.

AFILIADOS

La Caboco, que cuenta con 63 años desde su fundación, afilia en sus instancias departamentales alrededor de 900 empresas y cobija dentro de ella a compañías de tradición con más de 50 años de antigüedad, como Olmedo en Cochabamba y CBI en La Paz.

Según la Cámara, la Fundación para el Desarrollo Empresarial (Fundempresa) tiene registradas de 6 mil a 7 mil empresas vinculadas a la actividad de las obras públicas.

La mayoría de éstas nacen y mueren con una obra o dos, y son generalmente de carácter unipersonal, añadió el entrevistado.

miércoles, 13 de julio de 2011

El comercio y la construcción impulsan la economía paceña

El comercio, la construcción y los servicios empresariales son los motores que dinamizan la economía en la sede de gobierno, de acuerdo con la evaluación de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP).

Según los datos proporcionados por el presidente de esta organización, Luis Urquizo, el 32% de las empresas paceñas pertenece al sector comercial.

Esto significa que la mayor parte de los emprendedores paceños son agentes representantes de compañías extranjeras, comerciantes mayoristas, propietarios de tiendas, entre otros.

El segundo sector mayoritario del empresariado está compuesto por la actividad de la construcción, que abarca un 17%.

A este sector le sigue el de prestación de servicios de diversa índole, con un 15%.

En una menor proporción se halla el sector del transporte, con el 12%, mientras que apenas el 11% se dedica a la industria manufacturera. Otros actividades de menor proporción suman el restante 13%.

“La Paz es un departamento que lamentablemente no vende mucho con valor agregado, no exporta con valor agregado”, añadió Urquizo.

El representante también informó que en Fundempresa están registradas 16.416 empresas activas, las cuales representan el 32% del total del empresariado boliviano.

“Otro dato importante es que hasta mayo de este año se han inscrito en el registro de comercio 5.856 empresas en toda Bolivia, de las cuales el 30% corresponde al departamento de La Paz”, agregó.

Del total de las empresas paceñas, el 67% son de carácter unipersonal, en tanto que otro 28% está inscrito como sociedad de responsabilidad limitada (SRL); y el restante 5% corresponde a sociedades anónimas (SA), añadió.

AGRO

La FEPLP, la Gobernación de La Paz e inversionistas agropecuarios firmaron recientemente un convenio para activar el sector agrícola en el altiplano.

El propósito es promover la inversión agraria destinada a exportar hortalizas y otros productos.

El mercado objetivo de estos productos comestibles se sitúa principalmente en Alemania y otros países europeos, además de Estados Unidos.

De acuerdo con el representante corporativo, la firma del convenio posibilitará “la creación de empresas mixtas” que inviertan en el agro.

En ese emprendimiento, los citados actores participarán como socios. “Se han tenido varias reuniones y la FEPLP está elaborando un proyecto de ley del desarrollo del departamento y el deseo es que sea un regalo para el 16 de julio para La Paz”, dijo.

Reconoció que en la actualidad son pocas las personas que se dedican a la agricultura, y es precisamente ésa la razón que motivó la firma del convenio con la Gobernación.

Anunció que “se están haciendo las gestiones necesarias” para impulsar el agro en el departamento.

“Confiamos en solucionar este problema porque el altiplano es una tierra apta para sembrar hortalizas y exportar, tenemos agua cerca”, añadió.

CARPAS SOLARES

Urquizo también informó que el tipo de producción agropecuaria que se incentivará en La Paz tendrá una base científica.

Explicó que “ya no es cuestión de plantar, sino hay que hacer carpas solares, por ejemplo, como se hace en otras partes del mundo y exportar con valor agregado”.

De materializarse este proyecto, La Paz se convertirá en el puntal empresarial que promueva y fomente el desarrollo del país.